En la década de 1970 había un lema: Speed Kills. Es portador de un mensaje anti-anfetamina fuerte y claro.
Un mensaje similar se aplica a los litigios sobre lesiones personales: Detalles Maten. Sobre todo los detalles innecesarios.
Esto es particularmente cierto en casos de responsabilidad por los locales. Las personas lesionadas con frecuencia hacen conjeturas acerca de los factores indiferentes a sus accidentes. Por ejemplo, insisten en describir el color de la alfombra cuando no tiene nada que ver con su caída. O bien, añaden que un piano tocaba suavemente en el fondo cuando resbalaron. Cuando alguno de estos detalles pequeños e irrelevantes se demuestra falsa, la historia entera de la persona lesionada está desacreditada.
No hay necesidad de proporcionar otros datos más que los relacionados con cómo se produjo el accidente y cuales heridas se produjeron. Detalles irrelevantes dilue los hechos importantes y sólo invita acusación.
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